Los primeros Juegos Olímpicos de Sudamerica y los segundos de Latinoamérica en la historia, Río 2016, se vieron amenazados por el virus del Zika.

En febrero de ese año la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al virus transmitido por el mosquito Aedes Aegypti como una emergencia sanitaria global debido a que la infección se relacionó con la microcefalia.

Ante la alerta, el Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC) comunicó que los atletas y el personal interesado por su salud considerarían muy seriamente la posibilidad de no acudir a los Juegos a causa del Zika. Mientras que Kenia amenazó con retirar a sus corredores élite y otros atletas si no garantizaban medidas contra el virus.

En mayo el epidemiólogo canadiense Amir Attaran y más de 200 expertos firmaron una carta en la que solicitaron a la OMS convocar a un grupo independiente para deliberar si la máxima justa deportiva debía ser aplazada “en nombre de la salud pública”.

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Días después la directora de la OMS Margaret Chan descartó la cancelación de la justa veraniega y aconsejó a los deportistas y viajeros tomar las medidas necesarias para prevenir las picaduras de los mosquitos que propagan la enfermedad. Sin embargo, al mes siguiente convocó a un comité de expertos para analizar si los Juegos debían organizarse o no como estaban planeados.

Por temor al virus del Zika los tenistas Tomas Berdych, de República Checa; el canadiense Milos Raonic, la rumana Simona Halep. Así como los golfistas Jordan Spieth (EEUU), Jason Day (Australia) Dustin Johnson (EEUU), Rory McIlroy (Reino Unido) Marc Leishman (Australia), el fiyiano Vijay Singh (Fiyi) y la sudafricana Lee Anne Pace; anunciaron que no participarían en los Juegos.

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El ciclista Tejay Van Garderem fue el primer deportista estadounidense en bajarse de los Juegos debido a que le preocupaba contagiarse y transmitirle el virus a su esposa embarazada. El Campeón Olímpico de salto de longitud, el británico Greg Rutherford, decidió congelar muestras de su esperma por temor a infectarse en Brasil.

La cancelación de los Juegos Olímpicos fue desestimada por la OMS y el comité organizador de Río 2016 debido a que el riesgo era mínimo, sólo se le pidió a las mujeres embarazadas que se abstuvieran de visitar el país sede por el riesgo de la microcefalia. Brasil celebró sus primeros Juegos Olímpicos a los que asistieron 11 mil 551 deportistas de 206 países.