La intervención de la FIFA ha resultado fundamental para que dos personas cercanas al presidente Gianni Infantino, el sudafricano Patrice Motsepe y el mauritano Ahmed Ould Yahya, recibieran el visto bueno para ser candidatos a la presidencia de la Confederación Africana (CAF) en las elecciones del 12 de marzo en Marruecos, a pesar de que el comité local encargado de validar a todos los candidatos cuestionó la integridad de ambas candidaturas.

La Comisión de Revisión de la FIFA tomó el relevo del Comité de Gobernanza de la CAF a petición de su presidente interino, el congoleño Constant Omari, un día después de que el citado comité independiente pusiera en cuarentena a Yahya y Motsepe, y acabó validando sus candidaturas fuera del plazo establecido por la normativa electoral, lo que podría acabar invalidando todo el proceso, en el que los otros candidatos son el marfileño Jacques Anouma y el senegalés Augustin Senghor.

El dirigente mauritano fue uno de los presidentes africanos que participó en un viaje de placer en peregrinación a La Meca en 2018, financiado con fondos de la CAF. La condena que culminó con la destitución del expresidente de la CAF, Ahmad Ahmad, se basó en gran medida en dicho acto. El malgache ofreció el regalo a sus amigos y usó el dinero de la CAF para pagar tanto el viaje como el alojamiento. Yahya, sin embargo, no se ha enfrentado a ninguna condena por aceptarlo.

Por su parte, el multimillonario sudafricano Motsepe ha invitado a los 54 presidentes de las asociaciones miembro de la CAF a participar en la celebración del 50 aniversario de su club, Mamelodi Sundowns, en la ciudad de Pretoria, justo antes de las elecciones presidenciales en Marruecos.

De acuerdo con las regulaciones electorales de la FIFA, tales invitaciones entran en la categoría de incentivos u obsequios y constituyen una violación de su código de ética. El Comité de Revisión de la FIFA sí decidió, en cambio, destituir al presidente interino Omari en su carrera para renovar su puesto en el Consejo ejecutivo del organismo suizo (FIFA Council).

La mano derecha del expresidente Ahmad sigue siendo investigado por la Comisión de Ética de la FIFA por su papel, junto con el malgache, en la inexplicable decisión de que la CAF asumiera la deuda de 20 millones de dólares que la agencia deportiva de Benín, LC2 GROUP, tenía con la multinacional francesa Lagardere Sports, responsable ésta de la explotación de los derechos de marketing y televisión del futbol africano.

EL TAS SUSPENDE SANCIÓN DE AHMAD Y PODRÍA REELEGIRSE

El Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) decidió el pasado fin de semana suspender temporalmente la ejecución de la sanción impuesta por la FIFA el pasado noviembre al expresidente de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), Ahmad Ahmad.

El organismo de Lausana admitió a trámite el recurso interpuesto por Ahmad, dándole la oportunidad de presentarse a la reelección a la presidencia del futbol africano en caso de que la sentencia definitiva, prevista para el 2 de marzo, le sea favorable. El TAS prometió emitir una ‘sentencia exprés’ diez días antes de las elecciones presidenciales de la CAF y, aunque negó a Ahmad su solicitud de ser reinstalado como presidente, su reelección sigue siendo técnicamente factible.

En noviembre, la Comisión de Ética de la FIFA suspendió a Ahmad de la presidencia de la CAF y lo inhabilitó por un período de 5 años para realizar cualquier actividad relacionada con el futbol, tanto a nivel nacional como internacional. La orden estableció que violó su deber de lealtad, ofreció obsequios y otros beneficios, administró mal los fondos de la CAF y abusó de su papel como presidente del órgano rector del futbol africano. Además, le impuso una multa de 185 mil euros. Ahmad ya había sido arrestado por la Gendarmería en Francia bajo sospecha de corrupción, en junio de 2019.