Cruz Azul tenía que hacer un partido perfecto para lograr lo imposible de vencer al Real Madrid, el mejor club del mundo, pero la superioridad del rival y sus errores, acabaron con su sueño en el Mundial de Clubes.

La Máquina fue goleada 0-4 en la semifinal por un Madrid que no necesitó esforzarse en demasía, y ahora jugará el sábado por el tercer lugar. Su objetivo de hacer historia en este torneo y llegar a la final, quedó truncado.

La calidad de los dos clubes es diametralmente opuesta. Cruz Azul ni siquiera es el mejor club de México, cuando el Madrid no solo lo es de España, también del mundo. El Madrid juega como una máquina al futbol, pases perfectos, superioridad numérica en todas las zonas del campo, frialdad y poderío en el ataque, e imbatibilidad en la defensiva.

El primer gol del Madrid fue tras un doble error de La Máquina. Falta innecesaria por la banda izquierda de Pinto, que en cobro de tiro libre, salió mal Corona a atajar el balón y apareció Ramos, sin marca, para rematar. Minutos después, Carvajal desbordó por la banda izquierda y se llevó a tres defensores celestes para centrar, solo en el área apareció Benzema, para el segundo.

La Máquina, que apenas podía salir de su campo, tuvo dos opciones de gol, y falló, y así terminó su sueño. Penal que cobró Torrado y atajó Casillas, y segundos después, Pavone solo frente a Casillas y no pudo definir. Eso, moralmente los derrotó.

En el segundo tiempo, el Madrid le bajó aún más el ritmo de juego y aún así terminó por golear a Cruz Azul: dos pases de Cristiano que terminaron en remates de Bale, de cabeza, e Isco, con un disparo, para definir.

 

 

Cruz Azul pudo llevarse más goles pero el Madrid prefirió guardarse para la final. La Máquina tuvo la oportunidad histórica de medirse ante el mejor club en un torneo oficial y le quedó demostrado que está varios niveles abajo.