Todos los días a las 5:20 de la mañana, el despertador interrumpe el sueño de Isaac Alarcón, quien a pesar del estrujador horario se levanta de la cama con la determinación de convencer al staff de coacheo de los Dallas Cowboys a cada entrenamiento en busca de ganarse un lugar en el roster para la siguiente temporada. Con 22 años, el mexicano aún no había nacido cuando Dallas conquistó su último Super Bowl en 1996, un prolongado periodo que más allá de generar un ambiente de pesadez dentro de la institución, inspira a jóvenes como el mexicano a empujar al equipo hacia el sendero de la gloria.

El conjunto de la Estrella Solitaria tropezó en su debut en Los Ángeles en pleno horario estelar ante los Rams, pero una franquicia de tradición ganadora, con cinco anillos de campeonato en su haber, no puede permitirse lamentos. No cuando cumplirán 25 temporadas sin alzar el Vince Lombard.

“Obviamente siempre se busca el campeonato. Nadie empieza una temporada con la intención de perder o no quedar campeón, se tiene la intención de llegar al Super Bowl y levantar ese trofeo al final, entonces se está preparando el equipo para poder hacer eso en febrero”, respondió Isaac, cuestionado en una videoconferencia. “Los veo concentrados para el juego de Falcons, hay tropiezos que pasan (ante Rams), pero si algo he aprendido aquí es saberse levantar. Decir, ‘pasó esto, a lo que sigue'”.

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El tacle ofensivo originario de Monterrey, Nuevo León tuvo su primera experiencia en NFL al viajar -como parte de la practice squad- con el equipo a Los Ángeles. Fue entonces que saboreó el ambiente que rodea a la franquicia más valiosa del deporte, al ser escoltado por un equipo de seguridad hasta el exclusivo hangar donde toman el avión y hospedarse en el más lujoso hotel de la ciudad californiana. Y aunque no podrá ser activado este año al ser designado en el equipo por el International Pathway Program, vivir esa experiencia le motiva.

“Para nada, no tengo ninguna impotencia. Estoy agradecido con Dios por permitirme entrenar con mis compañeros en este equipo, siempre estoy contento de tener la bendición de salir al campo con ellos. Le pido a Dios que me dé madurez de saber digerir todo lo que me está pasando, que lo pueda aprovechar de la mejor manera, de poder ser un buen ejemplo para todos esos niños que me están viendo y ser ejemplo para ellos, que la fama y ese tipo de cosas no me llamen la atención y esté enfocado en poder ser de luz y bendición para mi país”, abundó.