La selección norcoreana femenil de fútbol en la categoría Sub-17 se proclamó Campeona del mundo al derrotar 5-4 en la tanda de penaltis a Japón, quien había acudido a Jordania en defensa del título logrado dos años atrás en Costa Rica.

Con pleno de aciertos en la tanda de penaltis, tras el 0-0 con el que concluyeron los 90 minutos reglamentarios, Corea del Norte sumó su segundo título mundial en la categoría luego del que consiguió en la edición inaugural del campeonato, en el año 2008.

Lo hizo al aprovechar el único fallo de Rio Kanekatsu, a la postre definitivo para el desenlace del torneo.

La final había sido pareja hasta ese momento, con dos equipos que apenas concedieron espacios a su rival. De hecho, en noventa minutos apenas se contabilizaron ocho disparos entre los tres palos: tres del combinado norcoreano y cinco del japonés.

La capitana norcoreana Pak Hye Gyong se equivocó en el rechazo y a punto estuvo de entregar el triunfo al equipo nipón. Lo evitó sobre la línea Jon Yun Sim para retener la igualdad parcial en el marcador.

Esa acción fue clave ya que alargó la disputa por el campeonato mundial. Sin opción de prórroga en la categoría, la juez central, la australiana Kate Jacewicz anunció el comienzo de la tanda de penaltis, en la que el cuadro dirigido por Sin Jong Bok se impuso desde los 11 pasos.

Como ya ocurrió el pasado año en la final de Campeonato de Asia, Corea del Norte negó el título a Japón, que acumulaba once victorias consecutivas en el Mundial Sub-17 contabilizando su actuación en la pasada edición del torneo, que sí ganó en en tierras ticas.