En una final tan electrizante como la del año pasado entre los mismos rivales, Clemson se impuso 35-31 a una Alabama invicta para la desbancarla como monarca del fútbol americano colegial de Estados Unidos

Deshaun Watson lanzó un pase de dos yardas a Hunter Renfrow para un touchdown cuando restaba sólo un segundo del encuentro y los Tigers quienes llegaron a la Gran Final con marca de 14-1 se proclamaron campeones, algo que no conseguían desde 1981.

De paso, Clemson se convirtió en el primer equipo en doblegar a la dinastía encabezada por el entrenador Nick Saban en Alabama en un duelo por el cetro. Alabama era el primer equipo en el ranking nacional.

Watson completó 36 de 56 envíos para 420 yardas y tres anotaciones en su último partido universitario.

Renfrow capturó dos pases de touchdown por Clemson, que perdía por 14-0 pero terminó quebrándole a la “Crimson Tide” una racha de 26 victorias consecutivas.

Bo Scarbrough corrió para dos anotaciones por Alabama, que falló en su intento por terminar la temporada con una foja de 15-1, algo que no se logra en las principales categorías colegiales desde hace 120 años. Penn State lo hizo en 1897.

La ventaja cambió de manos cuatro veces en el cuarto periodo, pero Clemson rio al último. Su entrenador Dabo Swinney dio así el último paso que le faltaba en una estupenda gestión que ha vuelto a colocar a los Tigres en la elite de este deporte.

La temporada anterior, deparó también muchas anotaciones, una serie de reacciones heroicas y un final emocionante. Alabama se impuso por 45-40 y conquistó su cuarto título bajo las órdenes de Saban, en Arizona.

Alabama se vio privada también de la posibilidad de obtener cinco campeonatos en ocho años, una proeza jamás conseguida.