A Marco Antonio Rodríguez no le tembló la mano para expulsar correctamente a Claudio Marchisio, después de que el mediocampista le diera una dura patada a Egidio Arévalo.

En el minuto 59, Marchisio disputó un balón dividido con el contención uruguayo y le dejó una clara plancha, Chiquimarco se encontraba muy cerca de la jugada y no dudó en mandar a las regaderas al italiano pese a los insistentes reclamos de la escuadra Azzurra.

No es la primera vez que el árbitro mexicano muestra la tarjeta roja en un Mundial. En su primera participación en Alemania 2006, Chiquimarco expulsó al chileno Estrada durante el partido España-Chile. Mientras que en su segunda Copa del Mundo en Sudáfrica 2010 mandó a las regaderas al serbio Albert Nadj y al marfileño Cyrille Domoraud en el juego en que Costa de Marfil venció 3 por 2 a Serbia y Montenegro.

Cabe destacar que pudo haber expulsado a un jugador más durante el encuentro entre italianos y uruguayos, pero parece no haber visto una mordida de Luis Suárez a Chiellini.

En opinión del ex árbitro mexicano, Felipe Ramos Rizo, fue un juego difícil, pues consideró que el primer tiempo fue muy ríspido, algo que Marco supo controlar, aunque permitió muchas infracciones.

“En el segundo se le vino la noche, siguió un número exagerado de faltas y al minuto 52 existe un penal sobre Cavani que no sanciona, la expulsión de Marchisio es correcta pero se quedó corto con Buffon que fue a protestarle en forma airada. Suárez y Chiellini tenían que ser expulsados, el primero por dar un cabezazo y el segundo por contestar con un codazo, afortunadamente no influye en el marcador del partido, esperemos que eso le sirva para seguir en la justa mundialista”, opinó Ramos Rizo.