Cada vez que Peyton Manning entra al vestuario estos días, el mariscal de campo de los Broncos de Denver se encuentra con una pila de camisetas con el número 18 que sus compañeros de equipo le han pedido que estampe un autógrafo.

Es lo habitual y ocurre durante toda la temporada. La salvedad es que ahora, en vez de pedirle un autógrafo para algún evento de recaudación de fondos que serán destinados a obras benéficas, los jugadores de los Broncos quieren llevarse un recuerdo.

Temen que no tendrán otra oportunidad.

De nada sirve que el jugador de 37 años asegure que no contempla retirarse ahora mismo, sin importar que los Broncos pierdan o ganen contra los Halcones Marinos de Seattle en el Super Bowl este domingo.

“Muchos te dejan un nota: ‘Dedícalo con mi nombre’. He firmado como 10 camisetas para mis compañeros”, dijo Manning. “Esto me hace sospechar que creen que me voy a retirar tras este partido”.

“Como que me están enviando un mensaje”, añadió Manning.

El mariscal de campo contó la anécdota en broma, la actitud con la que Manning ha tratado de lidiar la serie de preguntas sobre su “legado” y futuro.

“Todas estos indicios sobre retiro”, respondió Manning cuando un reportero quiso preguntarle sobre sus planes una vez decida dejar de jugar. “Pareciera que todos quieren deshacerse de mí”.