Tampa Bay Rays vino de atrás en el cuarto juego de la Serie Mundial 2020 y gracias a Brett Phillips con su imparable en la novena entrada, vencieron 8-7 en un cierre dramático. La imagen en ese inning era de locura, Phillips corriendo con los brazos  abiertos rumbo al jardín, pero ese festejo le provocó deshidratación y migraña, al grado que requirió intravenosa. “Casi me desmayo. No me di cuenta de que estaba deshidratado. Tuve que ponerme una solución intravenosa. Mi frecuencia cardíaca en reposo estaba por encima de 140 (latidos por minuto) estando ahí”, comentó el pelotero. “Tuvieron que cubrirme los ojos con una toalla porque tenía una migraña muy fuerte. No estaba mirando la luz y tuve que ralentizar la respiración. Simplemente me estaba relajando y pasando el rato”, platicó.