El próximo domingo, el juego por el campeonato de la Conferencia Americana entre Patriotas de Nueva Inglaterra y Broncos de Denver no será uno más, pues será la décima quinta edición de una rivalidad que puede marcarse como la más intensa entre dos quarterbacks en la NFL.

Tom Brady contra Peyton Manning estarán frente a frente para decidir quién disputará el Super Bowl XLVIII, el 2 de febrero en la gélida Nueva York.

“Sería la victoria más satisfactoria de mi carrera”, declaró Brady con relación al duelo contra Denver y Manning de este domingo.

Más allá de todo el orgullo, la rivalidad y el pase al Super Bowl; el partido que se dispute en el Sports Authority Field at Mile High Stadium tendrá como actores a dos jugadores que han marcado a la NFL, uno en temporada regular y el otro en Postemporada.

Manning viene de su mejor campaña como quarterback.

Tras ausentarse todo el 2011 por cuatro operaciones en el cuello, pocos creían que sería el mismo que jugó en Indianapolis, y a final de cuentas no lo es… es mejor.

A sus 37 años de edad, Peyton implantó nuevas marcas en pases de anotación en un año, con 55, y yardas por pase, con 5,477.

Sobrepasó en el segundo lugar de todos los tiempos a Dan Marino en yardas aéreas, con sus 64,964.

Se convirtió en el sexto QB que lanza siete pases de anotación en un partido (juego inaugural de campaña contra Baltimore). Empató con otros cinco lanzadores con la mayor cantidad de temporadas, cuatro, terminando como líderes en pases de anotación.

Por todo esto y más, Peyton está ya entre los mejores quarterbacks de la historia. Pero su desempeño cambia en Postemporada, etapa en la que el nombre de Tom Brady es mucho más grande.

El ganador de tres Super Bowls es actualmente líder en pases intentados, con 912, completos 566 y yardas aéreas con 6,147.

Brady suma actualmente 42 pases de anotación en juegos de eliminación directa, a cuatro de distancia de superar al líder Joe Montana, que suma 45. Sus 18 triunfos en Playoffs son la mayor cantidad para un quarterback en la historia.

En ningún juego ha sido tan marcado el dominio que tiene uno en temporada regular y otro en Postemporada, al final, habrá que ver quién de los dos logra imponerse.