Marco Asensio es un futbolista tocado por una varita mágica en cada uno de sus estrenos en competiciones oficiales con el Real Madrid. Después de marcar en la Supercopa de Europa, La Liga y la Copa del Rey, le llegó el turno a la Supercopa de España y en el Camp Nou volvió a dejar su sello.

Suelen ser goles para el recuerdo. Como aquel zapatazo de 25 metros al Sevilla el 9 de agosto de 2016 en la Final de la Supercopa de Europa. Era la presentación al mundo de una de las jóvenes promesas del futbol español.
Desde aquel día, Asensio firma un registro único en la historia del Real Madrid. Cada uno de sus estrenos en una competición defendiendo la camiseta madridista llegó con gol. La racha se extendió contra la Real Sociedad en Anoeta en la La Liga. A los 40 minutos dejaba su huella con un tanto de genio. Era el 21 de agosto y el primer paso a un camino firme del Real Madrid hacia el título.

Ya en octubre llegaría su aparición en el certamen más prestigioso del mundo a nivel de clubes, la Liga de Campeones. Titular en el estadio Santiago Bernabéu frente al Legia y autor del tercer tanto madridista para estrenarse con gol en su tercera competición.

Habría una cuarta, la Copa del Rey, y el rival era la Cultural y Deportiva Leonesa el 26 de octubre, donde marcó un doblete en la goleada de los hombres de Zinedine Zidane a su rival (1-7).

El destino le tenía deparado otro estadio y el más difícil todavía. En el Camp Nou contra el eterno enemigo, el Barcelona, y sin ser titular. Le bastaron 22 minutos para dejar otro gol que puede sentenciar la Supercopa de España. Se vio con fuerzas para correr un contragolpe lanzado por Lucas Vázquez y sin atender a la presión de Gerard Piqué, soltar un zurdazo imparable a la escuadra.

Con el Real Madrid solamente le falta anotar en el Mundial de Clubes, y el próximo diciembre tendrá una nueva oportunidad para cerrar el círculo haciendo historia.