Entre la fecha de estreno de Star Trek y el nacimiento del mexicano Alejandro Kirk hay más de tres décadas de diferencia, razón por la cual el receptor no tiene idea de dónde proviene el apodo de ‘Capitán Kirk’ con el que fue bautizado. Aunque después de convertirse en el primer catcher con 21 años o menos en batear al menos cuatro imparables -dos de ellos extrabases- en un mismo juego desde 1969, bien podría presagiar un futuro brillante al frente de los Blue Jays tal y como lo fue el James Tiberius en la Enterprise.

La pizarra estaba completamente inclinada hacia el lado de Toronto el pasado 21 de septiembre en el duelo ante los Yankees celebrado en Sahlen Field, cuando en la parte baja del séptimo rollo, el nacido en Tijuana conectó un batazo de jonrón ante Chad Green a solo nueve días de haber debutado en MLB proveniente de clase A. Un estallido de esperanza para la franquicia canadiense como si se tratara de un personaje capaz de salvar la galaxia como el protagonista de mismo apellido en la futurista serie.

“Hay una serie aquí muy famosa, la verdad desconozco la serie pero he escuchado del Capitán Kirk y es lo único que sé, que es un capitán”, dice Kirk en videoconferencia. “Yo salí a jugar (ante Yankees) como cualquier otro día. La verdad se dieron las cosas, salí a agarrar buenos turnos, seleccionar buenos pitcheos y se dieron las cosas, ganamos y se dio el jonrón”.

 

Esa noche, Alejandro se convirtió también en el catcher más joven desde Joe Mayer en 2004 con cuatro imparables en un mismo encuentro, cuando recorrió una a una las almohadillas mientras pensaba en cada esfuerzo que había tenido que hacer para llegar a ese punto clímax de su aún corta trayectoria.

“El sacrificio más grande es dejar a la familia. Tener a la familia lejos con esto de la pandemia y todo esto, sí tengo buen rato que no los veo y siempre ha sido algo muy importante para mí mi familia. Siempre hubo nervios al principio de cada juego, pero después de que agarré mi primer turno se me pasó y salí a jugar como sé hacerlo y fueron a quienes llamé después del juego, a mi papá y mi mamá. Estaba bien emocionado de la oportunidad que me dieron de jugar aquí”, comparte.