Amsterdam se viste de fiesta. A través de un encuentro digno de campeones europeos, la escuadra del Ajax consiguió su boleto a la final de la Europa League con un marcador global de 3-4 ante el poderío del Olympique de Lyon, mismo que le sirvió a los holandeses para regresar a una final internacional después de 21 años.

Con un remate desde el sector izquierdo, Kasper Dolberg abrió la pizarra para los visitantes en menos de media hora de partido, con un derechazo imparable que incrementó la ventaja para los holandeses en lo que parecía una llave definida.

La reacción de los leones llegó a pocos instantes del descanso con un remate de Alexxandro Lacazzete, dejando en claro que la eliminatoria europea no estaba decidida.

Gracias a la frialdad de Lacazette, el empate se hizo presente, luego de cobrar de manera acertada un disparo desde los once pasos al minuto 45′; un minuto más tarde, el goleador del cuadro francés regresó la esperanza a su gente con un disparo certero al fondo de la portería para llenar de euforia el estadio y poner el 2-1.

Luego de 65′ minutos en el reloj, la intensidad de los locales provocó una oportunidad de oro en el sector ofensivo, tras un rebote que cayó en los pies de Nabil Fekir y que terminó por encima del horizontal en una de las ocasiones más peligrosas de la parte complementaria.

Sin garantizar su pase a la gran final, la escuadra tulipán buscó un nuevo tanto en la portería contraria, y con un impacto letal al travesaño, el cuadro galo logró salvarse de la eliminación. Cinco minutos más tarde, el Olympique respondió de nuevo, y con un desvío desafortunado en la saga defensiva, el 3-1 apareció en el inmueble.

Bajo la presión de marcar un tanto extra para llevar el partido al alargue, los dirigidos por Bruno Genesio buscaron el milagro en los últimos diez minutos del encuentro; sin embargo, el tiempo no fue suficiente, dejando a la ‘juventud de Amsterdam’ con la oportunidad de enfrentar al Manchester United en la gran final.