A los nueve meses de mandato, William Clinton (1993-2001) tuvo el 47 por ciento, George W. Bush (2001-2009) consiguió un 88 por ciento de aprobación, mientras que Barack Obama (2009-2017) obtuvo 51 por ciento.
El incremento del rechazo hacia Trump está vinculado hacia sus políticas exteriores y represalias que ha tomado, incluso contra los jugadores de fútbol de la NFL, por arrodillarse al cantar el himno en señal de protesta, como también las medidas tomadas a favor de los supremacistas blancos.
El estudio reveló que el aumento de su repudio se debe a la pérdida del apoyo de los votantes adultos independientes y los adultos blancos sin título universitario.
Los estadounidenses en los últimos meses han realizado masivas protestas contra las políticas racistas, sexistas y xenofóbicas que ha mantenido la administración de la Casa Blanca.