General Motors no planea cambiar el lugar donde produce sus vehículos pequeños debido a las críticas del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, señaló su directora general.

Durante un evento en el auto show de Detroit, Mary Barra señaló que las decisiones de capital en la industria automotriz se toman con dos o cuatro años de anticipación.

La semana pasada, Trump amenazó vía Twitter con imponer un impuesto a General Motors por importar el compacto Chevrolet Cruz a Estados Unidos desde México.

Resulta que General Motors solo importa una pequeña cantidad del modelo Cruze hatchback desde México y fabrica todos los Cruze sedán en una planta de Lordstown, Ohio, cerca de Cleveland.

El magnate acosa a la industria automotriz en un esfuerzo por hacer que las compañías dejen de fabricar autos en México y los trasladen de regreso a Estados Unidos, y así preservar empleos. También ha expresado críticas hacia Ford y Toyota.

La semana pasada, Ford canceló sus planes para construir una fábrica de modelos pequeños al sur de la frontera, pero anunció la creación de 700 nuevos empleos en Michigan. Sin embargo, la compañía aún planea trasladar la producción del compacto Ford Focus a una planta que ya existía en México.