Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, disminuirá su agenda y dejará de participar en actos públicos en otoño aunque continuará presidiendo numerosas organizaciones benéficas, anunció este jueves el Palacio de Buckingham.

Felipe, de 95 años, tomó la decisión por sí mismo y cuenta con el pleno apoyo de la monarca, explicó Buckingham en un comunicado. En el pasado, el duque de Edimburgo sufrió problemas de corazón entre otros, que no le impidieron mantener un intenso programa de actividades.

La reina, que cumplió 91 años el mes pasado, mantendrá sus compromisos oficiales con el apoyo de la familia real, señalaron funcionarios.

Isabel II redujo su volumen de trabajo en los últimos años, mientras sus hijos y nietos han ido ganando protagonismo. La atención se centra cada vez más en su heredero, el príncipe Carlos, y en su nieto, el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, duquesa de Cambridge.

Tras el anuncio de la retirada, la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, expresó su gratitud hacia Felipe por su apoyo a la monarca durante años.