El Estado Islámico se atribuyó el ataque suicida en el concierto de Ariana Grande que dejó 22 muertos y más de 59 heridos.

Gritos de adolescentes aterrados llenaron la Manchester Arena después de la explosión que se dio al finalizar la presentación de la cantante estadounidense, en lo que la primera ministra británica Theresa May calificó de “monstruoso ataque terrorista”.

“Nos resulta difícil comprender la mentalidad perversa y retorcida que se ve en una sala llena de niños no como una escena para atesorar, sino como una oportunidad para la matanza”, mencionó.

La policía de Manchester anunció que el agresor murió en el ataque y el arresto de un hombre de 23 años en el sur de la ciudad, en relación con el atentado.

Por otro lado, el Estado Islámico dijo que “un soldado plantó bombas” y luego las detonó. Mientras que la policía mencionó que se utilizó “un dispositivo improvisado” y la campaña para las elecciones generales británicas del próximo 8 de junio quedó suspendida.