Tras una pausa de 10 semanas, Corea del Norte reanudó sus lanzamientos de prueba al disparar lo que el Pentágono cree que se trata de un misil balístico intercontinental —y posiblemente el de mayor alcance a la fecha—, una acción que incrementará las tensiones con Washington.

El misil fue lanzado desde Sain Ni, Corea del Norte, y viajó alrededor de mil kilómetros (unas 620 millas) antes de caer en el Mar de Japón, a unos 370 kilómetros náuticos (200 millas náuticas) de la costa japonesa, dijo el coronel Rob Manning, portavoz del Pentágono. El Ministerio de Defensa de Japón señaló que el cohete se mantuvo en el aire durante 53 minutos.

Corea del Sur, aliado clave de Estados Unidos y separado de Corea del Norte por una frontera con enorme presencia militar, respondió con pruebas de misiles de corto alcance para simular un impacto en el área desde la que Pyongyang realizó su lanzamiento, cerca de la capital norcoreana.

Se trata del primer lanzamiento de Corea del Norte desde que disparó un misil de alcance intermedio rumbo a Japón el 15 de septiembre, y con ello parece romper cualquier posibilidad de que el periodo de calma pudiera dar pie a la renovación de negociaciones diplomáticas respecto al programa nuclear norcoreano. Las autoridades estadounidenses esporádicamente han insinuado la posibilidad de entablar un diálogo directo con Pyongyang en caso de que mantuviera la mesura.