El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aumentó este martes la polémica para deshacerse del avión presidencial, un Boeing 787 adquirido en 2015 con un costo millonario, al mostrar el diseño del boleto para el potencial sorteo.

“Estamos trabajando en eso, si no sale el comprador en estos días ya quedamos (…) si no sale un comprador, una oferta, vamos a seguir con este plan y va muy probablemente la rifa”, dijo López Obrador durante su conferencia de prensa de todos los días en la Ciudad de México.

Al presentar el boleto de la rifa, el mandatario recordó que el dinero que se obtenga de la venta del avión se va a utilizar para la compra de equipo médico y explicó que por ello el boleto llevará la leyenda: “Es una cooperación para equipos médicos y hospitales donde se atiende de manera gratuita a la gente pobre”.

Sobre el plan de la venta de billetes dijo que ya trabaja en eso y recordó que posiblemente sean seis millones de números, billetes, ‘cachitos’, con un costo cada uno de 500 pesos. Dijo que para el sector privado y empresas se destinarían cuatro millones de billetes. Recordó que los dos millones de boletos restantes se venderán al público a través de la Lotería Nacional, con los dos mil vendedores y agencias.

“Esto significaría obtener alrededor de tres mil millones de pesos (unos 160 millones de dólares) en total, y descontando gastos se obtendrían los dos mil 500 millones de pesos (133 millones de dólares), además el ganador tendría un año de mantenimiento y “estacionamiento” del avión.

La aeronave está valuada en dos mil 500 millones de pesos (unos 133 millones de dólares) y puede transportar a 280 pasajeros, pero lo adaptaron para que puedan ser transportados 80.

El sorteo es una de las cinco opciones que ha ofrecido el presidente mexicano para deshacerse, por fin, de la aeronave.