Siempre tenía una sonrisa para todos, frases alegres y de motivación, su cámara era su fiel escudero y fue conocido por todo Victoria y la región.

José Carmen Sánchez Carrizal falleció la semana pasada por causas naturales, sin embargo en vida fue una persona íntegra, llena de vida, siempre dispuesto a apoyar a quien lo necesitara, dedicado y apasionado de su trabajo.

Por muchos años trabajó en diferentes medios locales como fotógrafo, además estuvo en diversas secciones como lo fue, local, sociales, deportes y nota roja, sin embargo el deporte es donde más se enfoco y dejó muestras de su trabajo.

Una persona muy activa que todos los días estaba tratando de captar las mejores imágenes, ofrecía su amistad sin ver raza ó condición social, siempre dispuesto a enseñarle a los novatos y dando muestras de su gran humildad.

Conforme fueron pasados los años las anécdotas contadas sobre “Carmelo” como le decían sus amigos eran mayores, casi siempre situaciones “chuscas” siempre tenía algún chascarrillo o chiste que platicar.

Como olvidar que en los eventos hacía hasta lo imposible por conseguir la mejor toma, o cuando se quedaba dormido en los aburridísimos partidos de Correcaminos, cuando a veces en la Liga Santander en los partidos dormitaba y en ocasiones hasta se le pasaban las fotos, sin embargo hacía su trabajo.

Una fotografía que lo marco y sobre todo lo identificaba fue aquella de una premiación del torneo de ciclismo denominado “Ruta de la Naranja”, llegó tarde al evento no había nada, tomo la foto y se fue, la título como “Aquí fue la premiación”, después de ahí primero se burlaban sus compañeros, después fue reconocido por esa placa.

Ahora se ha ido de este mundo terrenal, su presencia física ya no estará más con nosotros, sin embargo dejó marcado a todo quien lo conoció, siempre tendió la mano a quien lo necesitaba, ahora tomará las mejores fotos, las que todos quisiéramos tomar, las del maestro de maestros las de Dios nuestro señor, el desde arriba nos toma las fotos de nuestra vida y sin duda alguna descansa lleno de paz, calma y amor, ahora espera que sus amigos se reúnan poco a poco con él y tomar algún día la foto de nuestro planeta tierra deshabitado y titularla “Aquí fue donde viví yo”.