Cd. Victoria, Tamaulipas.- A través de esta publicación doy fe de los hechos de los cuales fui víctima, la noche del miércoles 29 de Julio de 2015 aproximadamente a las 23:20 horas en las inmediaciones de la Unidad Deportiva Adolfo Ruiz Cortines, al salir del Estadio Marte R. Gómez tras el partido Correcaminos contra Monterrey, al cual acudí a realizar mi labor periodística, misma que desempeño desde hace más de diez años.
Al dirigirme al estacionamiento donde dejé mi vehículo una vez arribé a dicha Unidad Deportiva, después de concluido el partido, espero sobre mi automovil ya que el flujo de personas era intenso pues el juego recién concluía.
Pasados escasos cinco minutos, dos jóvenes por apariencia y vestimenta aficionados de Correcaminos, empiezan a lanzar piedras a una camioneta tipo Van, estacionada a un costado de mi coche; saltan vidrios, pedazos de las mismas piedras y ladrillos, de la misma forma percibo lanzan piedras desde la Calle 16 al interior del estacionamiento.
Al ver una piedra pasar muy cerca de mi vehículo, opto por bajarme del mismo pues corría el riesgo que alguna golpeara el parabrisas y esto tuviera consecuencias graves.
Los jóvenes que apedrearon la camioneta, salen corriendo al percatarse que vienen en camino los propietarios de la misma, aficionados del equipo visitante.
Al descender de mi automovil, con mi teléfono celular me disponía a captar imágenes del vehículo agredido, cuando me percato que vienen también elementos de la Policía Estatal Acreditable.
Grabo algunas imágenes donde solo se perciben cuestionamientos de dichos elementos a los presentes, confirmo que lo que atestiguo es lo que anteriormente relato y no percibir algun acto ilícito del cual los aficionados de Monterrey fueran parte, aunque si como victimas por los daños en su camioneta.
Los elementos policiales se multiplican, pues empiezan a someter a todos los aficionados que portaban camiseta de Rayados, a mi parecer sin motivo aparente, esto en el acceso al estacionamiento, por lo cual se impide la salida del mismo.
Al intentar ir a mi carro, me percato que uno de los sometidos es mi compañero comunicador Luis Fernando Ramírez Acosta del portal GR Supremo, quien con lujo de violencia, con golpes en la cabeza y en el rostro, además de palabras altisonantes, era tratado por un elemento policial.
A discreción, me acerco para no tener ninguna duda, les hago saber a los policías que de quien se trataba era un compañero de los medios; con insultos me piden que me retire de dicho lugar, tomo distancia, camino unos pasos y tomo mi teléfono para llamar a miembros del medio en el que labora mi compañero en mención.
Elementos policiales me acusan de intentar grabar imágenes de lo que evidentemente era un abuso de autoridad y de fuerza, les indico que el teléfono lo tomé para llamar, a jalones me llevan a la misma reja para someterme, de la misma forma que lo hicieron con los detenidos.
Intentan a la fuerza despojarme de mi teléfono, causándome daños en mi mano izquierda, me someten con los brazos hacia atrás, sujetado del cuello con el rostro totalmente pegado sobre la tela ciclónica, me piden identificarme, pese a que portaba una camiseta con los logos y emblemas del periódico Expreso y no me dejan oportunidad de tomar mis credenciales de mi cartera.
Tras varios minutos acude quien se identifica como el jefe de este grupo policial, de la misma forma y sin darme oportunidad me pide me identifique, asegura que mi vestimenta con los emblemas mencionados no es suficiente para considerarme representante de un medio de comunicación, le pido oportunidad de explicarle, ordena me liberen junto a mi compañero, se niegan, arrecian el sometimiento y después me sueltan.
Acudo a explicarle al “jefe” quien reitera y nos acusa de alterar el orden por intentar grabar su abuso, le muestro mis gráficas captadas, comprueba que no existe nada grave en ellas y nos deja libres.
Momentos después, desconozco si hubo detenidos, se retiran del lugar, llega el presidente del Club Correcaminos al sitio, Manolo Corcuera Canseco, quien reprueba lo relatado y de la misma forma arriban compañeros de diversos medios de comunicación, quienes al mismo tiempo me hacen saber su apoyo.
En este momento es la 1:53 del jueves 31 de julio, recien concluyo mis labores en Expreso donde relato como es costumbre lo acontecido en el juego así como estos hechos que hago públicos en este medio.
Sirva esta declaración como denuncia de los hechos de los que fuimos víctimas los aquí mencionados y solicito al gobernador del estado Egidio Torre Cantú observe con atención lo acontecido en un espacio público propiedad de los tamaulipecos, en un escenario de esparcimiento que él mismo gobierno de Tamaulipas auspicia como lo es el Club de Futbol Correcaminos y el trato por parte de sus órganos de seguridad a los representantes de los medios de comunicación y sociedad civil.
Responsabilizo a las personas mencionadas en este escrito y a quienes dirijo el mismo, cualquier consecuencia surgida a raiz de estos hechos en contra de mis bienes, mi salud y mi integridad física y moral, así como los de mi familia y allegados.
Luis Darío Vera Quintero
Cd. Victoria, Tamaulipas. 30 de Julio de 2015