Por: Daniel Guerrero

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Durante el torneo, cuando Néstor Olguín (lateral derecho) se suma al ataque, Correcaminos ha logrado acabar sus jugadas, dando una sensación de recuperación y equilibrio en el juego durante esos mismos partidos.

Se enfrentaron los sistemas de juego 1-4-1-3-2 de Correcaminos contra 1-5-3-2 de Tampico Madero.

Cuando mejor jugaba Tampico, aparecieron los goles de Correcaminos.

Aún y cuando se esperaba más resistencia de parte de Tampico-Madero, Correcaminos realizó un partido redondo, manteniendo el cero atrás, consiguiendo dos anotaciones y brindándole a la afición los tres puntos y el orgullo de conseguir una edición más del Clásico Tamaulipeco.

También es cierto, que el primer gol se deriva de un penalti (derivado de un tiro libre) y el segundo gol de un error en salida del rival, sin embargo Correcaminos mostró una versión agresiva, intentando fluir en la idea de juego de cara a la segunda mitad del torneo que está por venir.

Parte fundamental en esta sensación de un buen juego ofensivo que se lleva la gente a casa, se debió a las constantes incorporaciones en ataque que tuvieron los dos defensas laterales. Néstor Olguín por derecha y Ricardo Chávez por izquierda.

Cuándo Hugo Sánchez o Johnny Leverón tenían el balón en los pies, de inmediato, los laterales subían un peldaño hasta media cancha, para recibir y buscar ya sea, una triangulación con el volante creativo o bien, un desborde hasta línea de fondo, para después enviar un centro al doble nueve que inició el partido (Saucedo y Guzmán).

Se llegaron a crear espacios grandes entre la línea defensiva y del mediocampo por parte de Tampico, permitiendo recibir con tiempo y espacio a los 3 volantes ofensivos (Reyes, Rosas y Acosta). Esto les daba oportunidad de ponerse de frente con el balón y encarar la muy replegada línea de 5 defensores que inició en el fondo de la jaiba Brava.

La respuesta llegó en el segundo cuarto del partido. Los visitantes empezaron a presionar a Hugo Sánchez, Johnny Leverón y Gallardo, con la firme intención de tres posibles escenarios.

1.- Obligar a un balón dividido (Al despejar por arriba el balón, ya no tiene dueño y cualquiera puede ganarlo).

2.- Recuperar el balón en zona de seguridad.

3.- Ya no permitir las salidas en conducción de los laterales

Sin embargo, la escuadra de la UAT logró sacar adelante el plan B (Ganar posibles rebotes o jugando con Lucas Ayala en canalización), pero Tampico seguía quedando muy vulnerable al tener sus dos bloques con muchos metros de separación. No lograron ser equipo corto.

Decía el Director Técnico de Tampico Madero en la conferencia de prensa con los medios de comunicación al terminar el partido: “Estoy muy molesto con el equipo, hoy no mostraron actitud”.

Y sí, pasa que sin disposición ni actitud, todo el trabajo técnico – táctico trabajado durante la semana y el análisis de rival, se va al bote de la basura el día del partido.

 

Esta nota contiene video: