Se terminaron los primeros Juegos Olímpicos organizados en el continente americano, Río de Janeiro 2016 ha dejado huella por su luz y color, por sus impresionantes competencias, pero en el mexicano fue por una paupérrima actuación.

Los problemas entre el Comité Olímpico Mexicano (COM) y la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) sin lugar a duda terminaron por afectar a los atletas mexicanos en Río, pero ¿se vale exigir al deportista?, creo que sí.

Es evidente que los procesos no fueron los mejores, que algunos les fallaron en el momento clave, que muchos de ellos costearon cargos que no les correspondían y que hasta un uniforme parchado o mal cocido puede afectar una competencia, pero, ¿Dónde está el coraje, las ganas y el orgullo?

Julius Yego, por poner un ejemplo, fue un atleta que aprendió a lanzar jabalina con tutoriales, no lo vi quejándose en sus redes sociales, tal vez lo hizo pero simplemente no me tocó verlo, y es que al mexicano le gusta hacer “leña del árbol caído”, para algunos pudo ser una excusa, en otros probablemente el problema fue real, pero quiero imaginarme que se preparan cuatro años para que nada los derribe, esa debe ser una nueva modalidad de entrenamiento, que hacer si el directivo no me cumple.

Sabemos que no tenemos el mejor apoyo de las autoridades como en algunos países, no tenemos un Phelps, un Bolt, pero si tenemos mexicanos que no se rinden y que deben exigir en el momento que les toque y no cuando se pierde la medalla en la competencia importante.

Al final, somos un país que exige poco, como aficionado volteamos a ver las cosas más estúpidas, como si Alexa Moreno esta pasada de peso, la verdad, si tuvo las marcas y llegó a Río2016 es por algo, y así como llega se le debe exigir, porque después pasa que cuando la medalla ya está en el cuello, los primeros que la festejan son las mismas autoridades que no cumplieron.

Escupiendo pa’ arriba

En el tema de Correcaminos solo quiero saber en qué momento va a entender José “Pep” Treviño que reclamando el arbitraje no va a recibir un mejor trato de los nazarenos, es la misma excusa de cada partido que ha perdido de visita, ¿no entenderá que eso no se arregla en la sala de prensa?

Primero que nada, el árbitro no tiene la culpa de que Nicolás Saucedo fallara el penal, desde ahí el partido hubiera cambiado, segundo, entiendo que la expulsión fue “rigorista”, a mi parecer no era, pero cuando ya te la marcaron ni cómo hacerle, la salida de “Torito” Silva si marca el rumbo del partido y es ahí donde “Pep” Treviño descompone o se acaba el “modelo de juego” para un partido así, ante un Tapachula que sin mucho se llevó los tres puntos.

Es cierto que después Cafetaleros debió quedarse con 10 hombres, pero hablar mal del arbitraje en ningún momento de la historia ha ayudado a un equipo, ni que fuera el América para recibir esas “atenciones”, dicen.

Porque mejor no le hacen como antes, que cuando venía Quetzalli Alvarado le mandaban a Edu Dos Santos o Diego Olsina de capitán para que se “chiflara” con los argentinos, bueno esa es otra historia, pero recuérdenle a “Pep” Treviño que se gana más con miel que con hiel.

Porque se empieza a ver cansada la excusa, y parece que no sabe reconocer, que no supo modificar su equipo para poderle ganar un partido que se perdió oootra vez por una mala marca defensiva.

Que tengan un excelente inicio de semana.

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