Da tristeza observar como poco a poco se va extinguiendo una historia que a nivel nacional es reconocida, valorada por lo que representa, sin embargo desde el 2007 a la fecha (llámese primera A o Segunda) simplemente han pasado por encima de su nombre.

Tampico-Madero ha sido manoseado por diversos “directivos” que no han sabido lo que han tenido en sus manos y respetar una playera que desde el impreso de la jaiba cual suculento alimento la van despicando a tal grado de ahuyentar a la afición del graderío del “Coloso” de la Unidad Nacional, sólo alrededor de cuando mucho 1000 a 1500 almas fieles al color celeste cada quince días insisten en apoyar con todo al equipo de casa.

Tras el paso desparramado que tuvo Miguel Ángel Martínez Rodríguez, el directivo más mentiroso que ha ostentado el cargo de “presidente del equipo”, un poblano advenedizo que sólo hizo el ridículo junto a su dizque directiva compuesta en su mayoría por gentes que no sabían absolutamente nada del balompié, si acaso y muy apenas por ser obvio que se jugaba con un balón y al caer dentro de una portería gritaban gol.

Ya en segunda división tras haber partido la franquicia de la también llamada división de plata, se conformó una “concejo directivo” el cual fue integrado por funcionarios de los ayuntamientos de Tampico y Madero del trienio anterior quienes de plano siguieron el mismo tenor, no supieron ni hicieron nada, absolutamente nada por el Tampico-Madero; sólo posar para la foto, para eso si muy buenos; claro eran políticos.

Hoy en día el equipo milita en la segunda división y es administrado por la FMF debido a que la directiva no cumplió con pagar un adeudo millonario, de hecho se habla de que a partir de abril el organismo rector de nuestro fútbol analizará en base al cuaderno de cargos a quien venderle la franquicia, por lo que la posibilidad de su partida es latente.

El haber sufrido un descalabro en el estadio “Tamaulipas” el pasado sábado y los gritos de inconformidad de los escasos aficionados son muestra que existe desesperación e impotencia de ver como los rivales se paran en el engramillado y se llevan fácilmente los tres puntos; cuando en antaño arrancar una unidad le sudaban en serio los visitantes.

De hecho muchos ya consideraban por descontado la derrota, sobre todo al jugar a las tres y media de la tarde en condiciones extremadamente calurosas que afectaban el rendimiento de los equipos que vienen a jugar a nivel del mar.

Los famosos “cinco, cinco” en la era del chapatin Carlos Reinoso Valdenegro, imbatible en el “Tamaulipas” fue en donde se alcanzó dos subcampeonatos, sin embargo el descalabro sufrido ante el América sigue lleno de suspicacias y sospechosismo al llevar clara ventaja al “Azteca” y perder de forma extraña ante el equipo de los amores del chileno.

Sólo es cosa de dar tiempo al tiempo y esperar el desenlace que le depara el destino al equipo de enorme tradición y renombre en el sur tamaulipeco, el cual infelizmente ha sido sumamente devaluado por tantos manoseos de dizque directivos……POBRE JAIBA, DAS LÁSTIMA.