Ya lo mencionó Enrique de la Garza Ferrer, Francisco Filizola debe hacerse a un lado, está presionado, debe dejar oportunidad a nuevas generaciones, que tengan el ímpetu de trabajar, el impulso, las ganas, el deseo y el coraje para estar al frente de Correcaminos, es mejor que no se arriesgue.

Una enfermedad en el corazón no es cualquier cosa, mucho menos para uno que dice no ganar un peso por hacerlo. Fumarse media cajetilla de cigarros con su taza de café en el entrenamiento todos los días no es saludable, y eso lo sé porque a los que nos ha tocado entrar a la sala de prensa después de que sale el Presidente de Correcaminos por la mañana, nos hemos dado cuenta de la estela de antro a las tres de la mañana que deja.

Probablemente el sentimiento de vergüenza, de sentirse fracasado y esa angustia que tenga sea muy grande por la inversión hecha en Correcaminos, de los 40-44 millones de pesos por temporada que manejaba Armando Arce y con lo que prácticamente se consiguió el campeonato, a los 150-160 millones con los que contó Francisco Filizola en su administración hay mucha diferencia.

Las temporadas han estado mal planeadas, jugadores y técnicos han venido de paseo y a burlarse de este equipo y aunque usted amigo lector quiera ver el vaso medio lleno con las finales pérdidas o medio vacío, el propósito, la meta, el objetivo primordial no se ha cumplido, se sigue en el Ascenso MX.

El tiempo se a cabo y empezaron los recortes, la cartera que tanto se presumió de abierta, poco a poco se ha ido cerrando, las escuelas abiertas en todo el estado de “Fuerzas Básicas”, cada vez se llenan más de quejas de falta de pago, de entrenadores inconformes, que nunca recibieron el apoyo prometido, al final, el propósito sigue sin cumplirse, no existe jugador tamaulipeco que haya salido de esas “Fuerzas Básicas” administradas por Francisco Filizola, eso debe ser parte de la angustia de la que tanto habla Enrique de la Garza.

La afición pide a gritos cambios, las entradas reflejan un hartazgo, siendo uno de los equipos que más invierte, es de los que menos afición recibe en su estadio, como dato les digo que la Jaiba Brava de Tampico Madero de Segunda División tiene un promedio mucho más alto que el de Correcaminos en el Ascenso MX, ¿usted cree que en Tampico se tenga mejor afición?, yo no creo.

Simplemente pienso que Correcaminos ha perdido credibilidad como equipo, como institución, nunca presentan cuentas claras, transparencia, ya no da vergüenza la palabra fracaso, no se tiene identidad, son las mismas historias, entrenadores pasan y se les acomodan equipos y jugadores a su antojo, promotores han llegado y vendido “humo” al por mayor.

El famoso Consejo Deportivo desapareció, su enlace desapareció y ni se despidió, me pregunto a quien realmente le importa este equipo.

Lamentablemente Correcaminos se sigue jugando su pase a liguilla, el lugar que se ha convertido en la burla de los llamados “villamelones”, que buscan ver si este equipo fracasa para restregárselo al aficionado de corazón, al que en silencio calla su dolor, al que solo se mira el uno al otro cuando ven a su equipo abatido una temporada más.

No corras riesgos Filizola, cuídate tú salud y deja que alguien más cuide a este equipo.

Que tengan un excelente inicio de semana.