Llegó al hotel Iberostar de Cancún, Quintana Roo, sede del Draft 2016, caminó y empezó a buscar caras conocidas, de inmediato saludaba a algunos promotores y esperaba el desfile de técnicos y directivos para ofrecer sus servicios.

Se acercó a algunos con cara amigable, su risa fingida y nerviosa pretendía ser la llave que rompiera el hielo entre un saludo y una oferta de trabajo, en su primer intento lo cuestionaron sobre un compañero, nada agradable, pero daba las mejores referencias.

El dueño de su carta se acercó y le preguntó si ya tenía equipo, una pregunta poco amigable para el jugador que busca ser acomodado sin que se pida un préstamo a cambio.

Y es que en el mundo del futbol mexicano, tu perteneces al Club que es dueño de tu carta, no podrías jugar en el lugar donde te ofrecieran trabajo, si tu “dueño” no te lo permite, hay que pagar “derechos de formación”, “federativos”, “pacto de caballeros”, bellezas ilegales del futbol mexicano, complicado de entender, sin embargo, el tratado favorece al directivo.

En el Régimen de Transferencias el tiempo es tu peor enemigo, aunque pareciera una belleza tener a todos los directivos reunidos para ofrecer tu servicio como futbolista, se convierte en un marco denigrante, donde todos ganan, menos el jugador.

Siguió buscando caras amables, de empezar en 100 mil, pasadas las 6 de la tarde eran 50 mil, un promotor aunque sin un contrato firmado puede llevarse una gran tajada por el hecho de acomodarte en un equipo, puede convertirse en tu mejor amigo o tu peor aliado en una negociación.

Para algunos puede significar un contrato millonario, para otros puede ser el quedarse sin empleo o el final de su carrera, pero el Régimen de Transferencias es un lugar donde directivos y promotores ponen al mercadeo las “piernas” de los futbolistas que participarán en la Liga MX o Ascenso MX, en un marco ilegal para la FIFA pero que es permitido en México.

No obstante la Federación Mexicana de Futbol lo hace ver como un evento glamuroso, donde se les da la oportunidad a los equipos de negociar fácilmente a sus jugadores.

El tiempo se le agotaba y su tristeza lo reflejaba, entendió que las oportunidades son pocas y que cuando se tienen hay que aprovecharlas, unos últimos intentos de charla le dieron esperanza, su “amigo” (agente) le dijo –y está es la parte de la belleza cuando le pregunta- ¿cuánto es lo menos que puedes ganar?, de 100 a 25 en par de horas, no te puedo ayudar con tanto le dijo.

Triste fue ver como varios de sus compañeros se resignaron a quedarse sin jugar, quedarse parado o sin jugar en 6 meses te aleja de la posibilidad de volver al profesional, él lo sabía.

Su ánimo intentaba no decaer, empezaba analizar opciones, “talacha” en Estados Unidos, esos partidos de futbol amateur que son bien pagados en Houston, Chicago y en algunos torneos que hacen en las Vegas.

Futbol Rápido, buscar en el extranjero, son los abanicos de posibilidades que se abren para el jugador mexicano que se queda fuera de la MX, lamentablemente cada vez más serán los mexicanos que se queden sin empleo, reglas como la 10/8 de extranjeros disminuirán la posibilidad, algo lamentable.

Se le acabó el tiempo, el Draft terminó, se despidió y con un semblante triste, decepcionado, se retiró, él sabe que no volverá a jugar.

Que tengan un buen inicio de semana.