Por: Daniel Guerrero

¿Cuál sería una de sus primeras acciones inmediatas tras ser nombrado líder de un grupo de personas? Cada persona piensa distinto y tendrá que sacar el máximo rendimiento para conseguir eso que llevará a buen rumbo la empresa.

Soy un convencido que hay gran variedad de formas para cumplir las metas trazadas, y sin un grupo de jugadores comprometidos a lograrlo todo, estas tiende a fracasar, a no tener éxito o simplemente, ser un equipo sin “ángel”. Un objetivo tiene que ser preciso, real, y establecido de acuerdo a la edad del futbolista. Un niño de 5 años que recién se inicia en el futbol, no tendrá el mismo objetivo que un futbolista de 16 años.

En la vida diaria, a todas las personas nos ha tocado viajar por primera vez a una ciudad desconocida. Antes de partir, sabemos perfectamente que tenemos todo planeado, transporte a utilizar, el tiempo aproximado de recorrido, autopistas y casetas que pasaremos. Los más exigentes, investigarán las condiciones climáticas que imperan, sus comidas típicas, tradiciones y lugares que visitarán en tiempo libre durante ese viaje. La razón de todo esto es, que el viaje sea exitoso y placentero. Una buena experiencia nos hará volver con  más alegría que la primera vez.

En el camino a esa ciudad desconocida (Torneo – campeonato) una obligación lo dijimos, es planificar y organizar (material de entrenamiento, amistosos, credenciales, actividades sociales, todo esto, evitando en lo menor posible la improvisación), pero ya en el desarrollo de la Liga se encontrarán posiblemente con escenarios que harán el papel de obstáculos (ponchaduras, descomposturas, etc.) (Lesiones, jugadores en contra turno al entrenamiento, derrotas en el último minuto, derrotas por goleada, expulsiones, comentarios duros de gente externa), los cuales, sí o sí se tienen que sortear y seguir adelante, siempre, con el compromiso adquirido y nunca perdiendo de vista nuestros objetivos. Eso, en los malos momentos, tiende a ser una de las claves para salir de los famosos “baches” del futbol.

No solamente basta con saber cuál es el objetivo, tenemos que trasladarlo a la práctica y en los partidos, en cada entrenamiento, en cada pelota divida, en cada festejo de gol, en los segundos después de un gol en contra, pero sobre todo en las ganas de darle vuelta a la página y reivindicarse, es ahí donde nos daremos cuenta si el joven futbolista (de 12 años en adelante) en realidad está comprometido con sus compañeros y con el equipo. Cada jugador lo demostrará con su personalidad, con su forma de ser, algunos jóvenes son callados, mientras otros son más expresivos, el punto en común entre ambos es que lo demuestran.

Hay ocasiones en que los padres de familia son los más convencidos de los objetivos, y eso es realmente bueno (así como necesario), pero lo importante es inculcar a los hijos el valor de la responsabilidad (con buenas formas de inculcar), esto será determinante para añadir esa virtud al jugador y que en edad adulta lo tenga como un valor primordial. Que diferencia es escuchar un “Ve al entrenamiento porque el entrenador dijo que tienes que ir”, a un “Voy al entrenamiento porque mis compañeros y yo sabemos lo que queremos y cuál es la forma de conseguirlo, además de que me gusta entrenar”. Una buena experiencia nos hará volver con más alegría que al entrenamiento del día siguiente.

Todos ponemos un granito de arena, cada quien la función que le corresponde, y sobre todo, las variantes en ejercicios, enseñar los conceptos básicos del futbol, una práctica realmente divertida y paciencia, irá, día tras día, sumando puntos en la lucha por conseguir un objetivo colectivo trazado al inicio de temporada.

Facebook: Daniel Guerrero Futbol
Twitter: @dan_guerrerofut