Los juegos Interfacultades de la máxima casa de estudios de Tamaulipas, son una de las tradiciones más arraigadas de la UAT, son la oportunidad para que una gran cantidad de atletas demuestren su amor por el deporte. Los Interfacultades representan el espíritu deportivo Universitario de sus alumnos y debe ser visto como tal.

Para bien o para mal, el torneo de futbol en los juegos Interfacultades siempre ha estado lleno de polémica, ha sido la oportunidad para que los futbolistas victorenses que en su mayoría no alcanzaron a llegar al futbol profesional, se desempeñen y defiendan los colores de su facultad.

El factor administrativo, siempre va a ser importante para entender el cómo se desarrolla este tipo de torneos y la forma en como la mayoría de las reglas puede o no aplicarse. Es de destacar la forma en como cada año salen a relucir comentarios de que ciertas escuelas utilizaron “cachirules” o la forma en que a voces de los espectadores (los mismos alumnos UAT), los árbitros favorecen a ciertos equipos.

Se puede o no estar de acuerdo, pero si es una realidad que las reglas tienen que cambiar. El simple hecho de que como regla principal no se ponga un rango de edad para los futbolistas que participen afecta en sí el desarrollo del “Espíritu Universitario”.

Comprendo, con el modelo curricular flexible de nuestra máxima casa de estudios en donde se les permite a los estudiantes cursar su carrera en el tiempo que ellos decidan, afecta la trayectoria académica de cada persona, pero a su vez, es de reflexionar que no es lo mismo partidos entre jóvenes de 18 a 22 años contra jóvenes que sobrepasan hasta los 25 años.

A mi parecer, este es un punto al que se le debe de poner mayor énfasis por parte de los organizadores, pero otro punto que también me gustaría tocar, es la cantidad de jugadores ex profesionales que se encuentran en cada selección. Creo que debería de existir también una regla que exija a los encargados de cada Unidad Académica y Facultad, respetar ese “Espíritu Universitario” y tratar de hacer un juego más limpio.

Es de llamar la atención la deficiencia de arbitraje que se presenta en cada torneo, siempre se trata de perjudicar a ciertos equipos y de beneficiar a otros tantos. Tal parece que los árbitros no tienen las aptitudes necesarias para llevar a cabo su labor y en lugar de beneficiar el espectáculo, terminan por arruinarlo con sus malas decisiones “calentando” los ánimos de jugadores y asistentes, provocando en ocasiones peleas sin razón.

No cabe duda que, a pesar de estos pequeños “grandes” detalles, los juegos Interfacultades son una oportunidad para que tanto los deportistas, como toda la comunidad universitaria en general disfruten de momentos de recreación y acercamiento entre las mismas escuelas y con la comunidad universitaria.