Sin duda que muy triste fue recibir la noticia en días pasados del sensible fallecimiento del técnico José Luis “El Güero” Saldìvar, un hombre que siempre mostraba una sonrisa para quienes se le acercaban y solicitaban su opinión sobre el fútbol, un hombre de 61 años nacido en ciudad Victoria, capital tamaulipeca, que jugó con el Monterrey, correcaminos y Tampico, para incursionar como estratega en equipos tanto de ascenso como en la máxima división, nunca bajo los brazos.

Su deseo de mostrar su filosofía o propuesta en la cancha, era incansable la tarea para quienes bajo su mando pretendían conquistar el título del torneo. Así ocurrió al “güero” Saldìvar  en la temporada 1992-93 cuando dirigiendo al Tampico-Madero se mete a disputar el ascenso ante el “Toros Neza” sucumbiendo en el estadio “azulgrana” en el juego de vuelta; nunca a la fecha entendí su alineación o propuesta cuando tenía todo para embestir al conjunto burel y ascender a los jaibos.

Pero ante el voto de confianza del entonces dueño de la “jaiba” Antonio Peláez Pier arranca la ’93-’94 sin embargo los resultados no se daban y fue destituido del cargo, llegando Fabián rosas en forma interina para luego dar paso a Pepe Camacho quien al final ascendió al Tampico-Madero.

Como el balón rueda en el campo, así es la suerte de los técnicos y jugadores, a José Luis Saldivar Berrones, le vendrían oportunidades valiosas como el dirigir a grandes clubes como el León y al Cruz Azul, equipo al que dirigió 10 jornadas en la máxima división.

Con el tiempo habría de retornar a  nuestra zona en el 2005 cuando surgieron los “Celestes Jaibos” en Primera “A” con el cual vivió importantes páginas; desde luego también estuvo al frente del “Correcaminos” y por lo general era un hombre solicitado por los clubes de mayor prestigio en la división de ascenso, debido a su vasta experiencia.

Sin duda, que al “güero” Saldìvar se le debe también la oportunidad que les dio a varios jugadores de la zona de consagrarse y lograr cuajar en el balompié de paga, hoy desgraciadamente a partido al viaje sin retorno, pero sus enseñanzas y estilo de juego quedan ahí para la historia.

Los momentos de felicidad y claro también de apremio que vivió con sus equipos son imborrables para las aficiones, el “güero” Saldìvar siempre fue de trato amable con la prensa, jugadores y seguidores.

No recuerdo nunca un enfrentamiento por las críticas que recibía, sabía como dicen “aguantar vara” y la sonrisa nunca la quitaba.

Siempre dispuesto a colaborar al menos así lo mostró con el Tampico-Madero a participar de actividades altruistas para involucrar a los jugadores con la sociedad.

Lamentable sin duda el deceso de tan entregado timonel, pero sobretodo excepcional ser humano, un servidor puede presumir de haber sido privilegiado con su amistad, por lo que el recuerdo imborrable de su persona y su trato afable se queda en la memoria de muchos de la gran familia futbolística……HASTA SIEMPRE “GÜERO” SALDIVAR

POR HOY ES TODO, HASTA LA PROXIMA, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.