Por: Roberto Jiménez

Es una marca de fuego en el corazón de un corredor y una experiencia imposible de olvidar.

El maratón no es solo un evento deportivo, es un evento social, emotivo. Basta con pararnos en la línea de llegada de cualquier maratón para entender todos los sentimientos que aparecen al cruzarla.

Además, el maratón nos enseña una serie de cosas que son esenciales para cualquier corredor y que son de suma utilidad para la vida fuera del running.

LA IMPORTANCIA DE LA PACIENCIA

La paciencia es un atributo esencial para correr un maratón. Sin paciencia, empezarás la carrera más rápido de lo que deberías o gastarás tu energía antes de llegar al kilómetro 30.

Básicamente la paciencia, te permitirá administrar tu energía de manera inteligente y te ayudará a conseguir llegar en las mejores condiciones a la línea de llegada.

Lamentablemente, la mayoría de los corredores descubren la importancia de la paciencia “a los golpes”. Al final de cuentas, lo importante es aprender.

NUNCA SE SABE EL FINAL

El maratón es una carrera larga y dura. Tu físico y tu mente sufrirán las consecuencias de correr durante 42 kilómetros y unas cuantas horas.

Al igual que una buena película, en el maratón nunca sabrás como será el final. Si haces las cosas bien y la suerte te acompaña, es probable que tenga un buen final. Si te equivocas antes y durante la carrera y/o la suerte no te acompaña, la experiencia puede no ser tan satisfactoria.

Durante un maratón, son muchos los corredores que se sienten en excelentes condiciones en el kilómetro 10, 20 y en el 30 empiezan a sufrir. Lo que pase después dependerá de muchísimos factores.

No te confíes en ningún momento de la carrera; el maratón no termina hasta que llegas a la línea de meta.

HAY QUE ADAPTARSE

El maratón requiere de una gran capacidad de adaptación. La carrera es cambiante. Tu cuerpo irá cambiando las sensaciones con cada kilómetro que pase.

Tus sentimientos tampoco serán los mismos durante la carrera. Ansiedad, nerviosismo, alegría, sufrimiento, satisfacción, son solo algunos de los sentimientos por los que irás cambiando.

Sino te adaptas y “disfrutas” y aprendes a manejar cada uno de estos sentimientos, te perderás una de las grandes características de los 42 k.

TIENES CAPACIDADES POR DESCUBRIR

El ser humano es una obra maestra y sus capacidades son realmente sorprendentes. Sin embargo, son pocas las personas que conocen a fondo todas sus capacidades y/o que se atreven a poner a prueba sus límites.

Eres más valiente de lo que crees, más fuerte de lo que pareces, y más inteligente de lo que piensas. Para aquellos corredores que han terminado un maratón, estas palabras suelen tener mucho más sentido que para otras.

Si aun no has pensado en esto, recuerda la primera vez que saliste a correr y apenas podías correr 30 minutos arrastrándote.

TENEMOS CIERTO GRADO DE MASOQUISMO

En mayor o menor medida, el maratón se sufre. Son muchos kilómetros y tus piernas y tu cabeza sentirán las consecuencias.

Saber esto y desear correr otro maratón es considerado un acto de locura total por aquellos que no corren. Para un maratonista, es un motivo de alegría absoluta.

¿Masoquistas? Tal vez un poco, pero felices.

LOS OBSTÁCULOS SON PARTE DEL MARATÓN

El maratón te pone a prueba en cada kilómetro y los obstáculos forman parte de la distancia.

Aprender que al igual que en la vida, los obstáculos están para ser superados, es una de las enseñanzas más valiosas de los 42k…