Se jugó el fin de semana más esperado, en donde Cruz Azul – Guadalajara y Pumas –América se  verían las caras y a raíz del mal funcionamiento que el arbitraje viene jugando en el “Clausura 2015” provocaba más dudas que seguridades; durante varios días Edgardo Codesal Méndez señaló  a través de diversos medios de comunicación que enviaría a los mejores árbitros a los partidos de mayor grado de complejidad.

En el papel – al menos- así resultó al observar a Paco Chacón en el choque entre cementaros y tapatíos, mientras que Roberto García Orozco sancionaría el Pumas vs Águilas, de entrada los jugadores al saber quienes estarían conduciendo el cotejo deberían mostrar tranquilidad y dedicarse a lo suyo,

Pero Chacón quiso imitar el estilo bonachón y afable que en sus tiempos de gloria vivió Gilberto Alcalá Pineda y seamos honestos cada quien tiene su sello o personalidad, por lo que “copias” nada más no funcionan; a la distancia y sin cruzar palabra con el ex diputado morelense me atrevo a comentar Apreciable Lector que considero que Gilberto (imagino) les ha inculcado el sobre llevar el partido sin complicarse a base de utilizar el diálogo con el jugador y técnico, evitar al máximo provocar acciones en donde un partido se les salga de las manos al mostrar alguna tarjeta ya se amarilla o roja en donde se sientan “heridos de muerte”.

Por eso Francisco Chacón exageró ,creo en lo personal, al hablar demasiado en la cancha y no mostrar tarjetas cuando hubo jugadas que lo ameritaron, casi al final del juego andaba abrazando jugadores para que no se pelearan –cual vigilante de salón de baile metido en gresca de borrachos- de ahí que insisto pienso que Gilberto les ha de indicar que busquen ser “amigos” del futbolista en el terreno de juego para alcanzar el menos número de tarjetas y por ende sanciones a los que son las estrellas de la MX y evitar se convierta en la “Liga Muy X”.

Por su lado, Roberto García Orozco, aunque mostró tarjetas para unamitas y americanistas, llevo por buen camino el partido, considero que salió bien librado de uno de los juegos que son considerados de “alto voltaje”; los jugadores colaboraron al meterse a lo suyo; por lo que en el duelo Pumas-América no hablamos mucho del trabajo del silbante y ello créanme ya es ganancia.

De antemano, con el trabajo de García Orozco se puede considerar avances en el trabajo de Codesal y Alcalá, por lo que el enorme atraso de diez años que padece el arbitraje mexicano quizás apenas puede verse un poco de luz en el complejo problema en que Mancilla y sus “flamantes asesores” metieron a los “nazarenos” jóvenes quiens creo son los menos culpables.

Los aventaron a la guerra sin fusil exigiendo que sacaran las menos tarjetas para que patrocinadores. Aficionados y medios de comunicación se dieran cuenta que ya había el nivel “cacareado” a raíz del lanzamiento de la Liga “Muy X”; el grave problema que no tenían las herramientas para sacar a flote las decisiones en jugadas apretadas que se les presentaran en los cotejos; por tal motivo la llegada de Codesal y Alcalá –aunque muy tardía- fue necesaria e imperativa; ya que los jóvenes silbantes no tenían frente a si una figura de respeto y cuyos consejos se basaran en experiencia de haber sudado la camisa de árbitro en una cancha.

Sin representación de peso ni liderazgo en quien dirige la H.Comisiòn se refleja en las delegaciones estatales en donde de plano el trabajo no se palpa, mucho menos hay rostros nuevos que puedan mostrar tranquilidad al futuro, en base a cartas importantes que pudiesen ocupar un lugar preponderante en el balompié de paga del máximo circuito.

Tamaulipas, por ejemplo, no da visos de tener en sus filas un elemento que ya “pinte” para provocar el retorno de nuestro estado basado en el arbitraje, como en antaño ocurrió cuando en los noventas la delegación era reconocida como una de las mejores y peso importante en el ámbito nacional, a tal grado la influencia que había árbitros trabajando en todas las divisiones y cumplían cabalmente con los compromisos.

Lamentablemente hoy en día, ni siquiera hay uno solo de la Delegación tamaulipeca en la de Ascenso MX  que por lo menos vaya despuntando y abriendo paso al resto de la plantilla. Urgen cambios en el liderazgo del arbitraje mexicano por lo que deberán Justino Compeàn y Decio de María no tardarse más y entregar la batuta al ex silbante de la Final del Mundial de Italia `90 para que el proyecto de reconstrucción se de con pasos firmes, seguros pero con mayor celeridad y así bajen esos cambios a las delegaciones estatales, para lograr la difusión sobre la tarea de un silbante y atraerá jóvenes, respaldar el trabajo con gente que últimamente haya estado en la cancha y entienda los cambios que los tiempos actuales exigen para moldear a mejores árbitros……….CHACÓN “ALCALIZADO”, ROBERTO BIEN.

POR HOY ES TODO, HASTA LA PRÒXIMA, MIENTRAS TANTO HAGA DEPORTE QUE NADA LE CUESTA.